EL DESTINO DE LA PERSONA
3:56 p.m.
By
Unknown
0
comentarios
EL DESTINO DE LA PERSONA
Algunas de las preguntas que las personas se hacen deciden
la orientación general y ultima de la
existencia. Se puede vivir el día a día fijando metas parciales y concretas
pero existe un final y del cual aparecerán las diferentes preguntas.
TIEMPO, MUERTE E INMORTALIDAD
El tiempo
A) El carácter temporal de la vida humana
El hombre es constitutivamente, un ser temporal: habita en
el tiempo y se mueve en el marco y en el horizonte de la temporalidad (el siglo
XX ha insistido mucho en la temporalidad como rasgo esencial de la persona).
La temporalidad es un modo de ser y afecta las dimensiones:
cuerpo, psique y espíritu, esto significa que la persona es un ser sucesivo o
sea que estamos en movimiento.
B) La lucha contra el tiempo.
El hombre ha sido impulsado por el tiempo para controlar,
dominar y retener el tiempo. Deseamos hacer cosas y no disponemos del tiempo
suficiente para realizarlas. Con el pasar de la historia el hombre ha crecido
en tecnología y de este modo ha podido realizar actividades en un tiempo más
corto.
¿Qué es morir?
a) El hecho de la muerte
La muerte es un hecho inevitable con el que nos topamos.
Sabemos que vamos a morir porque constatamos que nuestra estructura como
personas está abocada a la muerte. En primer lugar nuestro cuerpo envejecerías
y se hace incapaz de cumplir las funciones orgánicas y causa la muerte. La
postura clásica ha insistido en la muerte como la separación del alma del
cuerpo entonces también se dice que el que muere es el cuerpo no el alma.
El personalismo ha orientado
en primer lugar remarcando que la
muerte no es algo que suceda solo al final de la vida, sino que está presente
en la vida misma, en segundo lugar, insiste
en que la muerte no muere, en sentido estricto, ni el cuerpo del hombre ni su
alma, sino el hombre en si mismo.
b) La muerte como dimensión esencial de la vida
La muerte juega un papel esencial en nuestra vida. La muerte
se hace presente en la vida primero como posibilidad. Muy diferente es la
certeza de la muerte, esto nos quiere decir que todos tenemos la convicción de
que vamos a morir aunque no sabemos cuándo y esto altera nuestra forma de vivir
porque sabemos que tenemos los días contados y debemos hacer muchas cosas antes
de morir.
c) La muerte como
destrucción de la persona.
¿En qué consiste
morir? No tenemos una experiencia directa de la muerte porque los que mueren
son otros, esta falta de experiencia aparte de ser un obstáculo insuperable,
nos indica que comenzamos a adentrarnos a los terrenos que están al límite de
la filosofía, es decir, aquellas zonas en el que el intelecto humano comienza a
perder pie y a enfrentarse a con problemas de forma radical, a pesar de esto la
filosofía no debe ni puede cesar sus
preguntas. La muerte supone también la perdida
de la corporeidad, el hombre muere por el deterioro del cuerpo.
d) La muerte del hombre contemporáneo
Caracterizada principalmente por el intento de la
ocultación, que consiste en el rechazo radical de la muerte. El hombre
contemporáneo ha radicalizado y ha tratado de ocultar y desaparecer la represión
de la muerte. La muerte se ha privatizado por la sociedad que la convierte en
un hecho personal y la privado, cuando esta llega resulta
sorpresiva por el muro que se ha puesto
entre el hombre y la muerte.
,EL MISTERIO DE LA INMORTALIDAD
El rechazo humano a la muerte se manifiesta en el anhelo de
inmortalidad, el deseo de permanecer, de durar para siempre, de no hundirse en
el pantano que parece conducir a la nada y a la oscuridad, y en el deseo de
saber si existe algo mas allá de la muerte que garantice la supervivencia.
a) Anhelo y convicción
Una primera manifestación de la inmortalidad es el deseo de
permacer de algún modo entre los hombres después de la muerte. Deseamos que
nuestra presencia no se extinga inmediatamente o poco después de la muerte.
Queremos ser recordados cuando pase el tiempo porque de otro modo, nos daría la
impresión de que, en realidad, no hemos existido, de que nuestro peregrinar
terrestre ha sido como el recorrido del agua por entre las rocas, que no deja
huella ni traza.
a.2) La inmortalidad personal
El deseo de las personas de permaneces en el recuerdo de los
hombres es bueno y legitimo, pero no es suficiente. No lo es, ante todo porque
solo está al alcance de uno pocos. De la inmensa mayoría de nosotros nadie se
acordara al cabo de un lapso de tiempo relativamente muy breve. Y, de la mayor
parte de los hombres de hoy son famosos, ese recuerdo resistirá solo un periodo
del tiempo muy breve.
Creencias culturales de la sociedad después de la muerte
La primera es el culto a los muertos. Todos consideren que
las prácticas rituales de enterramiento implican creencia en alguna en
inmortalidad de cierto tipo.
¿En qué consiste la
intuición de la inmortalidad?
Se trata, evidentemente, de una cuestión difícil, pero nos
parece que se puede afirmar que radica en la constatación de que en la persona,
en cada uno de nosotros, parece haber algo que no debe ni puede morir, que
existe un núcleo de inmortalidad.
b) Las pruebas filosóficas de la inmortalidad
Esta intuición interior de que existe en nosotros algo
indestructible, una capacidad ultima de vencer a la muerte a pesar de que
aparentemente somos vencidos por ella, junto al mensaje de la inmortalidad de
las diferentes religiones, ha sido suficiente para la mayoría de los hombres
que han muerto pensando que, de un modo u otro esa es otra cuestión,
sobrevivirían.
PRUEBAS CLASICAS PARA
FUNDAMENTAR LA INMORTALIDAD
Línea agustina:
Es la capacidad
del hombre de conocer la verdad. Como la verdad es inmortal y no cambia con el
tiempo, su sede, que es el hombre, también tiene que ser inmortal.
La imposibilidad de
que no se cumpla lo que desea la naturaleza:
Todo el que tiene intelecto naturalmente desea siempre.
Estas dos pruebas, de todos modos, apuntan a un núcleo que
si constituye, en nuestra opinión, la clave para fundamentar la supervivencia
después de la muerte: la existencia en el hombre de un núcleo espiritual, al
que clásicamente se denomina el alma, que trasciende a la corporalidad y al
tiempo.
c) El mas allá
La filosofía, acabamos de verlo, es capaz de afirmar la
pervivencia del hombre después de la muerte solo es capaz de afirmar esto, lo
que plantea dos problemas de muy difícil solución.
c.1) El estatuto de la persona después de la muerte
El primero es el estatuto de la persona después de la
muerte, el hombre pervive, ciertamente, pero ¿Cómo pervive?, se trata de un
problema de no fácil resolución, ni siquiera en sede teológica, y plantea los
conocidos problemas de la escatología intermedia.
C.2) ¿Que hay después?
Que no lleguemos a diluir cual es el estatuto de la persona
después de la muerte no es, de todos modos, algo excesivamente preocupante. En
cierto sentido, es una cuestión más bien técnica de interés específico para
filósofos y teólogos. La pregunta existencial, la que realmente nos interés que
nos respondan, es la siguiente: ¿Qué hay más allá?, el mas allá es un mundo no
solo desconocido, sino inaccesible y únicamente podríamos entrar por medio de
la religión es decir mediante Dios.
15. Las cuestiones últimas y la religión.
Las cuestiones últimas
La
muerte nos ha planteado interrogantes de muy difícil resolución en el marco
estricto de una reflexión filosófica, pero no es la única cuestión profunda y
decisiva que el hombre se planta y para la que le resulta muy difícil encontrar
respuesta.
a) La pregunta sobre el sentido de la vida
El
dolor y el sufrimiento son una de las cuestiones últimas que se plantea el
hombre de todos los tiempos. El mundo esta lleno de dolor que, además en
determinadas ocasiones, parece especialmente absurdo y cruel.
La
reflexión humana, y dentro de ella la filosofía, quizá puede dar razón de algún
dolor en particular, pero de los grandes dramas que asolan a individuos y a
pueblos resulta muy difícil, pero no decir imposible, encontrar una
justificación racional. Por contraposición al dolor, aunque no solo, la
felicidad se convierte también en una cuestión última. Es última por su
radicalidad. Ya hemos hablado de la muerte y del mas allá y de los problemas
irresolubles que plantean. Ahora podemos añadir los problemas relativos al
origen. Por un lado está el misterio del inicio del género humano, que los
antropólogos intentan desentrañar con muchas dificultades.
Tenemos
grandes aspiraciones, somos insaciables y nuestra ansia de saber, de querer y
de poder es inmensa, pero nuestros límites también lo son.
b) La pregunta sobre Dios
La
otra pregunta radical que todo hombre se hace es la pregunta sobre Dios. Y en
esta cuestión podemos distinguir con claridad dos niveles. El primero es la
pregunta sobre su existencia. Hay tantas cosas en el mundo que no se explican
ni se justifican por sí mismas que la existencia de un ser que sea responsable
de ellas se impone con rotundidad a la inteligencia. Por eso, aunque la
existencia de Dios no sea evidente y abra el interesante y complejo apartado
sobre las demostraciones de su existencia, la cuestión habitualmente más
importante desde el punto de vista personal es otra: ¿Cómo es dios?
c) Actitudes y respuestas
Los
dos grupos de cuestiones que acabamos de considerar tienen un doble
característica. La primera es su centralidad. La segunda característica que
poseen estas cuestiones y para darles una respuesta adecuada. La datación
medieval de este dicho nos informa, además, sobre otra cuestión: la escasa
influencia que tiene el tiempo en la capacidad humana de respuesta a estos
problemas.
URIEL
LA DIMENSIÓN OBJETIVA
Son
sus manifestaciones estructurales, que están por encima de la posición de cada individuo. Lo primero
que proporciona la religión es una visión de Dios y del mundo. El hombre, como
hemos visto, busca en la religión una respuesta a sus interrogantes
fundamentales y eso es, por tanto, lo que la religión debe ofrecerle: como y
quien es Dios, de donde procedemos, cual es nuestro destino, porque existe el
mundo, etc. El característico de las religiones más primitivas es el mito, el
racionalismo inicio una campaña desprestigiadora identificándolo con un modo de
conocer irracional y no reflexivo pero la fenomenológica de la religión y los
estudios antropológicos lo han devuelto al lugar que le corresponde: el de una
narración sobre las orígenes.
Los
mitos, dice Ferrer, son tanteos de respuestas al enigma de los orígenes y
destino del cosmos y del hombre, de la vida
del mas allá y de la muerte. El segundo modo es, en el que la religión
proporciona una visión el, uno son los sistemas doctrinales y es el propio de
religiones evoluciónales y, en particular, de las grandes religiones
monoteístas. Un modo de vivir la relación cultural, se proporciona también el
modo concreto de entrar en contacto con la divinidad que se hace afectivo
habitualmente a través de un sistema de prácticas específicas al que se suele
denominar culto. La justificación de esta dimensión radica en que al hombre le
interesa de la religión no solo la doctrina, sino el contacto efectivo y eficaz
con Dios, algo que él no puede conseguir solo o por lo menos de una manera
suficientemente satisfactoria. El culto consiste precisamente en ese marco por
el que el hombre se introduce eficazmente en el ámbito de lo divino.
RELIGIÓN Y RELIGIONES
Existen
y han existido a lo largo de la historia muchos tiempos de religiones y se han
realizado desde siempre, también recientemente, esfuerzos para sistematizarlas
y catalogarlas. Vamos a exponer muy brevemente dos de ellas.
La
primera se debe a Manuel Guerra, que ha agrupado las religiones en torno a
cuatro constantes: la telúrica, la celeste, la étnica-política y la mistérica.
La
segunda clasificación la propone Ferrer siguiendo a Zubiri y Danielou. Es menos
descriptiva y cultural y se centra en loa concepción de Dios propia de cada
religión. Consta de cuatro elementos: el politeísmo, el panteísmo, el dualismo
y el monoteísmo transcendente.
El
politeísmo, se caracteriza por la creencia en varios dioses que, además, se
suelen asociar generalmente a entidades específicas ya sea materiales o
abstractas: la diosa tierra, los dioses del hogar, el dios de la guerra o del
amor, etc. El punto de verdad el politeísmo es que se advierte la o presencia
de lo sagrado en todas las realidades.
El
panteísmo corresponde a una mentalidad mucho más reflexiva y se caracteriza por
borrar las fronteras que separan a las criaturas de Dios al no tener en cuenta
su absoluta transcendencia. Dios está presente en la realidad pero en el
panteísmo esto sucede con tal profundidad e intensidad que al final las
criaturas desaparecen absorbidas por Dios.
El
dualismo es una corriente minoritaria pero que ha sido significativa en oriente
y que surge, fundamentalmente, como respuestas a la presencia del mal en el
mundo. Mientras que la mayoría de las religiones ponen como principio supremo
al bien, el dualismo ante la abundancia del mal, responde considerando que
existen en realidad dos principios el del bien y del mal, que luchen entre sí.
0 comentarios: